Dinosaurios políticos y retrógrados economistas mantienen una enmascarada oposición frente la criptoeconomía que representa la nueva alternativa financiera para la gente. De lo que aparentemente ha llegado para quedarse, abogados y contadores tarifados buscan su parte del pastel, cobran por tratar de normar para los políticos lo que los tecnólogos han inventado para justamente saltar cualquier tipo de regla que limite la libertad financiera de los ciudadanos del mundo.

Lo que algunos olvidaron es que “el código es la Ley”, pero un equipo que tiene muy claros los principios filosóficos del creador, se dedica a refrescar la memoria de muchos y aprovecha la ocasión para demostrarle a algunos políticos que el cambio en la correlación de fuerzas ya es una realidad con la nueva tecnología blockchain.